Identificaciones

Una mujer está mirando el mar.
Cara a cara se miran

la mujer y el mar, en el filo dle aire. Lo profundo es oscuro
y receloso. Tiene dos maneras de ser, pero es lo mismo.

Arden en el viento la mujer y el mar, pensándose como si se tocarán,
calcinados en un silencio blanco, en el centro de ese silencio blanco,
en el centro de ese silencio como la nieve.

Giran en su torno el cielo y la arena, las ciudades de los hombres, los caminos.

El mar y la mujer saben que una misma palabra reúne lo diverso.
Que una misma fiebre quema existencias distintas
y distantes. Que en el recóndito vientre hay movimientos

y la superficie a veces es apenas alterada.

La mujer y el mar son como un espejo frente a otro espejo.

Piensan y rozan, como un mismo cuerpo vasto, el otro cuerpo
sostenido apenas, reconocido, poseído abandonado.

En la cara de la mujer la cara del mar fluye y refluye.