miércoles, 27 de agosto de 2014

La magia de la radio

Los que amamos a la radio, somos fervientes creyentes de su magia. “La magia de la radio”. Una frase, una idea, que sintetiza de un modo maravilloso una característica esencial de este medio de comunicación. La radio es mágica.
En el momento tecnológico que este medio nació, era inevitable que a la mayoría se le antojara como algo mágico, eso de que pudiera escucharse la voz de alguien que se encontraba vaya a saber dónde. Que esa voz viajara por el aire, a través del éter, debió resultar, necesariamente, asombroso.
Ninguna explicación técnica podía hacer desaparecer la sensación de incredulidad que experimentaba quien sintonizaba los sonidos emitidos desde la distancia. Los elegantes aparatos receptores, con forma de catedral o de teatro, que dejaban escuchar voces, música y misteriosos sonidos de estática, también formaron parte de la magia.
Luego, las voces comenzaron a transformarse en estrellas de este nuevo espectáculo; y, otra vez, la magia se hizo presente. Porque esas voces no tenían un rostro, sino miles. Uno por cada oyente. Pero la verdadera magia de la radio está en lo que la funda como idea y como tecnología.
La radio transmite palabras. La palabra es el elemento de la radio. La palabra y todas sus implicancias, sus incógnitas y su magia.
A diferencia de la palabra escrita de los medios gráficos, en la radio la palabra aparece, podría decirse, en su estado más puro. Con su sonido, con la imprecisión del decir, con todas las sutilezas de las voces y los tonos. Por otra parte, y a diferencia de otros medios como el cine o la televisión, al no entregar explícitamente imágenes visuales, la radio otorga un protagonismo exclusivo a la palabra.
¿Quién mejor, entonces, que los psicoanalistas para captar todas las implicancias de la radio como medio y su relación con la palabra? Siempre me pareció muy lógico que dos prestigiosos expertos en psicoanálisis como Eduardo García Dupont y Héctor Becerra, eligieran este medio para comunicar sus ideas sobre la psicología, la filosofía y el pensamiento en general.
Ellos, que trabajan con las palabras, han podido comprender muy claramente que la radio resulta el lugar ideal para elaborar y jugar con estas ideas. También han entendido, que en un medio masivo podía ofrecerse a la audiencia algo distinto a los gritos alarmantes, las opiniones simples y la distracción vacía. Por eso crearon y desarrollaron un programa de radio cuyo título advertía que los conductores y la audiencia deberían esforzarse: El pico & la palabra.

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