viernes, 17 de octubre de 2014

HAY UNA MUJER …

Que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por los incansable de sus cuidados.
Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana y en la vejez trabaja con la fuerza de la juventud.
Una mujer, que si es ignorante, descubre con mas acierto los secretos de la vida que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simpleza de los niños.
Una mujer, que siendo pobre disfruta con los que ama, y siendo rica daría con gusto sus tesoros por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.
Una mujer que siendo fuerte, se estremece con el llanto de un niño, y siendo débil se reviste a veces con la bravura de un león.
Una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero después de muerta daríamos todo lo que poseemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios. De esa mujer que hoy aprendo día a día a valorarla y a mirar de lejos su andar calcino ...La vi recorrer caminos sin entenderla… Hoy recorro sus huellas, acompañándola en silencio, permitiendole vivir el último tramo de su vida... esa mujer ¡Es mi Madre! &&

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