En la fiesta de san José Obrero e inicio del mes dedicado a la Virgen María, en la habitual catequesis de los miércoles en la plaza del santuario de san Pedro, el Obispo de Roma expresó que Jesús en el evangelio, es conocido como el “hijo del carpintero”, que compartió con José el cansancio y la satisfacción.
El papa Bergoglio dijo que “el trabajo forma parte del plan del amor de Dios y otorga dignidad a la persona”. Pidió a todos que “en la medida de sus responsabilidades, se esfuercen por crear puestos de trabajo y dar esperanza a los trabajadores”.
Y rogó que “san José que vivió momentos difíciles y puso su confianza en Dios, que no abandona, interceda por todos los trabajadores del mundo”.
Ante más de 70.000 fieles, en la Plaza de San Pedro, Francisco se detuvo sobre san José obrero y la Virgen María "dos figuras tan importantes en la vida de Jesús, de la Iglesia y en nuestra vida".
Tras recordar que "Jesús entra en nuestra historia, naciendo de María por obra de Dios, pero con la presencia de san José, el padre legal que lo custodia y también le enseña su trabajo", el Papa católico destacó una vez más que "el trabajo forma parte del plan de amor de Dios ¡nosotros estamos llamados a cultivar y custodiar todos los bienes de la creación y de este modo participamos en la obra de creación! El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de una persona".
"Pienso – dijo también el Papa - en las dificultades que, en varios países, encuentra hoy el mundo del trabajo y de la empresa; pienso en cuantos, y no sólo jóvenes, están desempleados, muchas veces debido a una concepción economicista de la sociedad, que busca el provecho egoísta, más allá de los parámetros de la justicia social".
Y agregó: "Deseo dirigir a todos la invitación a la solidaridad y a los responsables de la cosa pública la exhortación a que realicen todo esfuerzo para dar nuevo impulso a la ocupación; ello significa preocuparse por la dignidad de la persona; pero sobre todo quisiera decir que no hay que perder la esperanza; también san José también tuvo momentos difíciles, pero nunca perdió la confianza y supo superarlos, en la certeza de que Dios no nos abandona Y luego quisiera dirigirme en particular a ustedes chicos y jóvenes: empéñense en su deber cotidiano, en el estudio, en el trabajo, en las relaciones de amistad, en la ayuda a los demás; el porvenir de ustedes depende también de cómo saben vivir estos años preciosos de la vida. No tengan miedo del compromiso, del sacrificio y no miren con miedo al futuro, mantenga viva la esperanza: siempre una luz en el horizonte".
También dirigió unas palabras de preocupación para lo que definió el “trabajo esclavo”, acerca del que dijo: "Cuántas personas, en todo el mundo, son víctimas de este tipo de esclavitud, en la que es la persona la que sirve al trabajo, mientras debe ser el trabajo el que brinde un servicio a las personas para que tengan dignidad. Pido a los hermanos y hermanas en la fe y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad una opción decidida contra la trata de personas, dentro de la cual figura el ‘trabajo esclavo’".
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