lunes, 13 de junio de 2016

La vida está llena de momentos

La vida está llena de momentos, unos más agradables que otros, unos más memorables que otros y unos más pasajeros que otros…
Algunos de esos momentos alcanzan la inmortalidad, pues son momentos que han sido grabados en nuestros corazones con el pincel de la incertidumbre, la duda, remordimiento, arrepentimiento, dolor o incluso rebosante felicidad.
Todos los momentos vividos son parte de nuestra vida, están para vivirlos, aceptarlos, recordarlos y olvidarlos.
Hay momentos en la vida que nos marcan para siempre, dejan huellas que nada puede borrar porque han quedan marcadas en nuestros corazones.
Momentos imborrables, muchas veces debido a amores que murieron por un error que cometimos, o errores de ellos mismos pero en los que ninguno tuvo la humildad pedir disculpas, errores por los que dejamos atrás aquello que con un poco más de esfuerzo nos pudo haber hecho felices y dar otro rumbo a nuestra vida.
Pero ya es tarde, por eso se llaman “momentos” y si no sabemos guardarlos o cuidarlos se nos van como agua entre los dedos. No trates de olvidar o de estar pensando en lo que no hiciste, eso ya pasó, no hay vuelta atrás, sólo queda seguir adelante atesorando todos los bellos momentos que la vida nos regaló, que en su tiempo no lo valoramos.
Conserva en un lugar de tu corazón todo lo vivido, lo que has llorado y lo que has reído; son momentos que te acompañarán cuando llegue el otoño a tu vida y un día te sorprenderás volviendo la vista atrás y sintiéndote feliz por haber amado y sido amada.
― Atesora los buenos momentos.
Aunque esa relación no prosperase, no permitas que las sombras de la tristeza borren tus momentos, no permitas que nadie te borre los recuerdos. Sembraste amor en otra persona y ese es un sentimiento que no todas lo saben dar; si amaste y te amaron y si no recibiste lo que diste que tampoco te importe, has sido una persona privilegiada, hay que echar las migas de pan en el agua, habrá quien se beneficie con tu acto de amor.
Siempre hay que darlo todo, no guardarse nada, aprender de los errores y ser humildes, desgraciadamente esto es algo que aprendemos cuando ya hemos cometidos los fallos, pero te queda la oportunidad de enseñar a los tuyos la nobleza del perdón y del no guardar rencor a nadie, sólo así lograremos ser felices.
La vida está llena de momentos, unos más agradables que otros, unos más memorables que otros y unos más pasajeros que otros…
Algunos de esos momentos alcanzan la inmortalidad, pues son momentos que han sido grabados en nuestros corazones con el pincel de la incertidumbre, la duda, remordimiento, arrepentimiento, dolor o incluso rebosante felicidad.
Todos los momentos vividos son parte de nuestra vida, están para vivirlos, aceptarlos, recordarlos y olvidarlos.
Hay momentos en la vida que nos marcan para siempre, dejan huellas que nada puede borrar porque han quedan marcadas en nuestros corazones.
Momentos imborrables, muchas veces debido a amores que murieron por un error que cometimos, o errores de ellos mismos pero en los que ninguno tuvo la humildad pedir disculpas, errores por los que dejamos atrás aquello que con un poco más de esfuerzo nos pudo haber hecho felices y dar otro rumbo a nuestra vida.
Pero ya es tarde, por eso se llaman “momentos” y si no sabemos guardarlos o cuidarlos se nos van como agua entre los dedos. No trates de olvidar o de estar pensando en lo que no hiciste, eso ya pasó, no hay vuelta atrás, sólo queda seguir adelante atesorando todos los bellos momentos que la vida nos regaló, que en su tiempo no lo valoramos.
.Conserva en un lugar de tu corazón todo lo vivido, lo que has llorado y lo que has reído; son momentos que te acompañarán cuando llegue el otoño a tu vida y un día te sorprenderás volviendo la vista atrás y sintiéndote feliz por haber amado y sido amada.
― Atesora los buenos momentos.
Aunque esa relación no prosperase, no permitas que las sombras de la tristeza borren tus momentos, no permitas que nadie te borre los recuerdos. Sembraste amor en otra persona y ese es un sentimiento que no todas lo saben dar; si amaste y te amaron y si no recibiste lo que diste que tampoco te importe, has sido una persona privilegiada, hay que echar las migas de pan en el agua, habrá quien se beneficie con tu acto de amor.
Siempre hay que darlo todo, no guardarse nada, aprender de los errores y ser humildes, desgraciadamente esto es algo que aprendemos cuando ya hemos cometidos los fallos, pero te queda la oportunidad de enseñar a los tuyos la nobleza del perdón y del no guardar rencor a nadie, sólo así lograremos ser felices.
Vive al máximo cada día, porque la vida está hecha de momentos y jamás sabrás cuando será el último…
Todos y cada uno de los acontecimientos de nuestra vida sin duda alguna nos dejan marcados, pero debemos aprender a superar los que más dolor nos causaron y vivir con ellos, así como con los que nos brindaron alegría y felicidad.
LA VIDA ESTÁ LLENA DE MOMENTOS.
Unos más agradables y memorables que otros, pero al final todos son pasajeros. Algunos de esos momentos alcanzan la inmortalidad, pues son momentos que han sido grabados en nuestros corazones con el pincel de la incertidumbre, la duda, remordimiento, arrepentimiento, dolor e incluso rebosante felicidad.
TODOS LOS MOMENTOS VIVIDOS SON PARTE DE NUESTRA Vida-
Hay momentos en la vida que nos marcan para siempre, dejan huellas que nada ni nadie pueden borrar porque han quedado marcados en nuestros corazones, muchas veces debido a amores que murieron por un error que cometimos, o errores de ellos mismos pero en los que ninguno tuvo la humildad para pedir disculpas, errores por los que dejamos atrás aquello que con un poco más de esfuerzo nos pudo haber hecho felices y dar otro rumbo a nuestra vida.
LOS MOMENTOS SON PARA VIVIRLOS, ACEPTARLOS, RECORDARLOS Y OLVIDARLOS.
Por eso se llaman “momentos” y si no sabemos guardarlos o cuidarlos se nos van como agua entre las manos. No trates de olvidar o de estar pensando en lo que hiciste o en lo que no hiciste, eso ya pasó, no hay vuelta atrás, sólo queda seguir adelante atesorando todos los bellos momentos que la vida nos regaló y que en su tiempo no lo valoramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario