Atrevernos a avanzar hacia nuestras metas, aún las que nos parezcan más inalcanzables.
No se trata de vivir en la irrealidad, sin hacer pie en la vida cotidiana.
Se trata de que vivamos el día a día con proyectos, con sueños y que hagamos un esfuerzo para alcanzarlos.
A veces, la vida se nos tiñe con hilos de colores oscuros, se apaga la energía que alimenta nuestra fantasía. La trama se cierra y no deja pasar la luz que alumbra los sueños del corazón. Nosotras tenemos que despejar los nudos, apartar los impedimentos, abrir paso a la buena energía y dirigirnos hacia aquello que deseamos con intensidad.
Claro que habrá momentos más propicios, posibilidades facilitadoras, tiempos de energía más potente, pero está en nuestra voluntad el no apagar la llama de aquél deseo profundo que anida en el alma.
Por supuesto que no podemos vivir de sueños y dejar pasar la vida sin tejer cada día con los tonos que el momento nos ofrece.
No nos atemos al "no voy a poder", no entretejamos impedimentos, confiemos en que cuando deseamos profundamente alcanzar un sueño..... estamos a mitad de camino de alcanzarlo.
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